Es un lugar común entre muchos activistas, organizaciones y académicos la reivindicación de experiencias como las de Yanga (México) o Palenque de San Basilio (Colombia) como precursoras de las independencias nacionales. En ambos casos, después de organización y décadas de resistencia activa, pactaron con la corona española el reconocimiento legal de su libertad (pues ya eran libres de facto).
Estas dos luchas, recuperadas por las historiografías centrada la primera en la figura de Yanga y la segunda en Benkos Bioho, significaron un punto de partida para mayores rebeliones, sin embargo significó también una mayor represión de la corona española para con los esclavizados, previendo que no sucedieran situaciones similares. Un ejemplo de esto es el caso de La conjuración de los negros, donde 35 esclavizados fueron asesinados por temor a una rebelión.
Para definir si son estos dos procesos precursores de las independencias nacionales, podríamos comenzar por cuestionar un parámetro temporal, pues la firma del acuerdo de San Lorenzo de los Negros fue en 1609 y el establecimiento sería creado alrededor de 1630, y los acuerdos con los habitantes del Palenque de la Matuna (liderado por Benkos) fueron firmados en 1912, mientras Benkos fue traicionado y asesinado por la corona en 1621. Luego, ¿qué línea temporal puede trazarse desde lo acontecido en Nueva Granada y Nueva España, hasta la fecha oficial de comienzo de las Independencias de Colombia y México en 1810?.
Concediendo que un suceso precursor de la independencia pudiera estar 300 años atrás, nos quedaría el criterio de las causas, pues lo que los apalencados buscaban era el reconocimiento de su libertad y la de los demás esclavizados, mientras las luchas de independencia de los países en cuestión, eran lideradas por criollos cuyo principal objetivo era poder ocupar los altos puestos de gobierno y terminaron aboliendo la esclavitud varios años después de que terminara la guerra de independencia, en el caso de México, y varias décadas después en el caso de Colombia. En este sentido, ¿qué línea programática puede trazarse entre lo que buscaban los palenqueros y lo que lograron las luchas de independencia?.
Podría argumentarse que el carácter de precursor está en el programa de algunos líderes independentistas y no en lo que terminó lográndose, ejemplo de ello es el caso de José María Morelos Y Pavón en México, que decretaba el documento “Sentimientos de la Nación” la abolición del régimen de castas y la esclavitud, o del General Prudencio Padilla que buscaba la abolición de la esclavitud y ante el riesgo de un levantamiento armado para exigir esto, fue fusilado por órdenes de Simón Bolivar. Sin embargo, el que estas intenciones coincidan, no implica que, temporalmente, las primeras hayan dado origen a las segundas.
Ahora, más allá de establecer si los palenques pueden ser un hecho precursor de las independencias, sería importante dilucidar el porqué algunos académicos y los integrantes de varias organizaciones han querido reivindicarlos como tales. Una de las razones sería que contrarestar la invisibilización selectiva que se ha llevado a cabo desde la historia oficial contra los afrodescendientes, reivindicando un proceso heroico llevado a cabo por los africanos y sus descendientes, como precursor de la independencia, siendo esta un hecho básico para la existencia de los actuales Estado-nación. Es una forma de decir “nosotros también somos parte”. Por otro lado, ser partícipes de la construcción de lo que actualmente se conforma como México o de Colombia, implica el reconocimiento social de mayor legitimidad en la exigencia de derechos, inclusión y reparación histórica. Es una forma de decir “queremos cosechar, porque nosotros también sembramos”.
Sin embargo, al hacer estas reivindicaciones en el plano de la historia oficial, se entra a participar en el juego de los mitos que legitiman a un Estado neoliberal representante de intereses transnacionales, al trazar la historia oficial una línea donde la independencia, pasando por la Revolución en el caso de México, dio origen a un “gobierno emanado y representante del pueblo” y a una “nación democrática”.
En este sentido, considero más atinados posicionamientos como el de Israel Ugalde al investigar sobre milicias de pardos y mulatos durante la guerra de independencia de México, concluye que estos militaron indistintamente en el bando realista e insurgente según fuera su conveniencia; o como lo enunció el Dr. Cassiani de Palenque de San Basilio: “Los ancestros tuvieron la capacidad de insertarse en uno u otro bando para lograr la libertad de los suyos, es importante que no juguemos con su memoria creando nuevos mitos”. Que aunque no hablan del papel de los palenques, si de el de los afrodescendientes en las luchas independentistas.
Pero bueno, ya que el objetivo de este escrito es sucitar el intercambio de ideas, dígame por favor, ¿usted qué opina?.
no entendí nada
ResponderEliminarYo menos
EliminarEllos escapaban?
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