(Basado sobre el libro de Jean Ziegler, Main basse sur l’Afrique. La recolonisation, éd. Seuil, Paris, 1980)
I. ENTENDIENDO LA “NACIÓN” PARA ENTENDER LA LUCHA NACIONALNación: Una comunidad soberana, personas físicas, una lengua, un territorio…
Estado: Una autoridad política soberana, civil, militar o eventualmente religiosa, considerada como una persona jurídica y moral, a la cual está sometido un grupo humano que vive sobre un mismo territorio.
En África, la nación nace a través del Estado, excepto en Etiopía, Egipto y Marruecos.
Preludio a las independencias: la emergencia de la conciencia nacional. Algunos factores detonadores son: la diáspora africana; el movimiento panafricanista (cfr. El periódico “Negro World” creado en 1918, por Marcus Garvey); el “Libro Rojo” de Mao, el despertar de los intelectuales africanos locales y de las metrópolis; la 1ª y 2ª guerras mundiales (propulsaron encuentros de soldados y funcionarios africanos con otros pueblos africanos, y “desnudaron” el poder del hombre blanco, descubriendo su vulnerabilidad, etc.)
Dos racionalidades compiten para aprehender el despertar de la conciencia nacional: una surge de la intersubjetividad nacional, del “súper yo” simbólico, transclasicista o transétnico; y la otra surge del Estado naciente, de su aparato administrativo y de su organización armada.
La nación africana (o en África) nace de la dialéctica de superación, de la síntesis de todos estos procesos.
El agente fundamental del doble proceso de construcción de los Estados nacionales africanos, es el movimiento de liberación y no la burguesía nacional, como fue el caso de Europa en el XVIII y XIX.
En África no existe la burguesía nacional, sino una “burguesía compradora”, o más bien una “lumpen-burguesía”. Y ésta es una pura creación del colonizador.
II. LA LUCHA ANTI-IMPERIALISTA Y/O LA LUCHA DE LIBERACIÓN NACIONALEn 1945: Formulación del proyecto de una liberación continental.
“Rassemblement démocratique africain” (RDA), reúne a los movimientos anticolonialistas francófonos en Bamako/Mali.
“Panafrican Congress of Manchester”, congrega a los anticolonialistas anglófonos. Preside ahí Jomo Kenyatta (primer presidente keniano), y como su asistente, estuvo Kwameh N’Krumah (primer presidente ghanés), quien elaboró un programa preciso para el arranque de la lucha de liberación panafricana.
Entender la lucha de liberación africana de N´Krumah, Lumumba y Nasser, desde la “razón objetiva” de Max Horkheimer (razón objetiva y razón subjetiva que “encarnan” el mito de Ulises y el ejemplo de la misión confiada a Hegel por el rey de Prusia).
N´Krumah centra su lucha sobre el gobierno continental o el proyecto panafricano; Lumumba, sobre el Estado pluriétnico unitario; Nasser, sobre el renacimiento de la comunidad histórica precolonial.
III. FRANCIS KOFIE KWAMEH N´KRUMAH
Nació en la aldea de Nkroful, en Nzima, sur de Ghana, el 15/09/1909. Los Nzima son minoritarios que sus vecinos Ashanti y Fanti.
Pedagogo de formación; aficionado de la ideología panafricana. Va en exilio a Estados Unidos (1935-1945); encuentro con William.E.Burgardt DuBois (defensor de la idea sionista adaptada a la diáspora negra); en Londres se encuentra con el panafricanista trinitario George Padmore, etc.
El panafricanismo proviene de una ideología un tanto confusa, idealista. Su tesis principal: existe una “personalidad africana” que es común a todos los hombres y mujeres de raza negra: esta “personalidad” tiene en sí los valores específicos de sabiduría, inteligencia y sensibilidad. Los pueblos negros son los pueblos los más antiguos de la tierra. Deben unirse, para un futuro común de poder y gloria. Aunque confusa, el movimiento panafricanista tenía algo muy cierto: rechazaba toda idea de asimilación, integración al universo del dominador.
N´Krumah quiere resucitar, por la lucha política y por gestos simbólicos, la herencia cultural de los “profetas” panafricanistas y la palabra muda, el sangriento recuerdo de los africanos esclavizados.
De esta forma inaugura una ruptura fundamental con el sistema de “violencia simbólica” del colonizador.
Estrategia de N´Krumah: infiltración, organización fraccionaria de la juventud, técnica de escisión.
En 1948, es secretario ejecutivo de “united Gold Coast Convention” (UGCC); por su gran activismo lo bajan a tesorero.
En 1949, provoca una escisión y nace el “Convention People Party” (CPP).
Marzo 1952, es nombrado primer ministro del gobierno semi-autónomo de Ghana; de 1954 a 1963, es sucesivamente primer ministro del gobierno autónomo, después del gobierno independiente y, por fin, jefe de Estado ghanés.
Desde la independencia de Ghana (1957), N’krumah transforma a Ghana en la placa giratoria, en la vanguardia de la liberación de todos los demás países africanos, porque según él, su país no estará en paz hasta que haya liberado toda África de la mano del imperialismo y del colonizador.
Dos propuestas para liberar a África:
1. Político: Un Estado panafricano para combatir al colonizador blanco. Pero, nunca propuso N’Krumah qué tipo de Estado (centralista, federalista, semi-federalista…)
2. Económico: creación de una zona óptima de desarrollo, como condición indispensable de viabilidad del Estado panafricano. Porque, según él, el neocolonialismo es peor que el colonialismo (el capital financiero multinacional) contra el que había luchado.
N’Krumah fue sacado del poder en 1966 y murió en 1972, en Bucarest (Rumanía), víctima de un cáncer. Algunas causas de su decadencia: culto de la personalidad (se había convertido en un “semi-dios”); la corrupción en la administración del Estado; la malversación económica, las huelgas…
IV. PATRICE ÉMERY LUMUMBAOriginario del Congo, un territorio con tamaño de un subcontinente (2,345,000km2), creado convencionalmente por las grandes potencias, en la conferencia de Berlín de 1884-1885. Era considerado como un territorio internacional, hasta cuando el rey Leopoldo II lo cedió a la Bélgica, en 1908.
Lumumba, nace el 02 de julio de 1925, en Sankuru, provincia de Kasai (R.D. Congo). Pertenece al pueblo o étnia “batetela”.
Crece en un ambiente de discriminación racial de los blancos (belgas).
A los 18 años, deja su aldea, y va a la ciudad de Kindu, luego a Stanleyville (hoy Kisangani) para trabajar (escritor, corrector de cartas, cobrador de impuesto…). Tímido y solitario, sus compañeros son los libros. Odia a los blancos; una cólera silenciosa y la rabia del humillado se alojan en él.
Hacia veinte años, Lumumba empieza a cambiar de análisis y decide parecer a los blancos. Lee a los humanistas europeos (Víctor Hugo, Rousseau, Voltaire, Lamartine y algunos periódicos semanales publicados por grupos pequeños de los “évolués”), adhiriendo a la visión idealista y ahistórica del ser humano.
Lumumba es “évolué”, pero los blancos despreciaban a los “évolués” quienes, a su vez, despreciaban a los demás congoleses.
1956-1957: solitario y humillado, tímido, Lumumba escribe mucho en un estilo “naïf” (“ingenuo”). Quiere que se aplique lo que los misioneros y curas predican, lo que los ideólogos, el rey y los administradores pregonan cuando hablan de la “emancipación de los ‘évolués’”. Decepcionado, descubre la mentira del discurso de la clase dominante, y gradualmente se pone a aprender y conocer la realidad concreta de sus congéneres.
Su combate: emancipación del hombre africano; independencia total e inmediata; soberanía nacional…
En octubre de 1958, funda con otros “évolués”, el Movimiento Nacional Congolés (MNC).
En 1959, es uno de los invitados de marca a la “Table Ronde” (Mesa Redonda) de Bruselas, donde se decide que la independencia del Congo será el 30 de junio de 1960.
El 30 de junio de 1960, dio su histórico e inesperado discurso en presencia del rey Baudouin de Bélgica.
Fue su “condena de muerte.
El 17 de enero de 1961, fue asesinado junto con dos de sus compañeros de lucha.
V. GAMAL ABDEL NASSER
Nació en Alejandría (Egipto), 15 de enero de 1918, en medio de una pequeña burguesía del Alto Egipto. Nasser surge sobre la escena internacional ocho años antes de Lumumba y seis años antes de N’Krumah. Lumumba es el “profeta” de la sociedad transétnica, del Estado unitario; N’Krumah es el del panafricanismo y del gobierno continental; el proyecto de Nasser es más ambicioso y ambiguo: reivindica la rehabilitación, el renacimiento de las comunidades históricas precoloniales, que será uno de los puntos de referencia en las subsecuentes luchas de los sesenta y setenta; a la historia del vencedor opone la visión del mundo de los vencidos.
Nasser pertenecía a varios mundos a la vez: jefe de un movimiento panárabe; uno de los principales dirigentes del movimiento de solidaridad afro-asiática del que nació, en enero de 1966, la Organización tricontinental (OSPAL); fue un jefe de Estado africano excepcional: organiza y da debates en la organización de la Unidad Africana luego de su fundación en 1963; organiza, junto con Mehdi Ben Barka, la logística militar y el apoyo diplomático para la insurrección lumumbista de 1964 – 1965; impone la coordinación y organiza el financiamiento de la lucha contra la dominación blanca en África austral. Hecho muy notable, en julio de 1952, los “Oficiales libres”, entre los cuales Nasser, vencen a las tropas inglesas que ocupaban el canal de Suez, y toman el poder, inaugurando de este modo una nueva época en la historia del Egipto. El 26 de julio de 1956, después de derrotar a la coalición franco-británico-israelí, toma el poder como jefe de Estado.
Es el único, de los tres héroes fundadores del nacionalismo africano, a heredar un Estado, o una comunidad histórica poderosa.
Su decadencia: destruyó para siempre el sistema de violencia simbólica del colonizador, pero no fue capaz de fundar un movimiento popular, un partido estructurado. En septiembre de 1970, ante la traición estadounidense, aceptó el plan Rogers que llevó a la masacre de los palestinos por el rey Hussein. Ya muy debilitado por trabajos excesivos, la diabetes y una tercera crisis cardíaca, murió en el 28 de septiembre de 1970.
VI. REFLEXIÓN FINALLos tres héroes asistieron a la destrucción de su obra, fueron calumniados por sus sucesores, pero viven por siempre en la memoria de sus pueblos. Sin ellos la descolonización no hubiera sucedido. Y hoy son “ancestros del futuro”, porque su compromiso, su sueño y su lucha se han vuelto un punto de referencia insoslayable y un foco de esperanza inquebrantable, en la búsqueda de los nuevos derroteros para la lucha por la segunda independencia africana y la liberación efectiva de África.
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