Fuente: http://www.guinguinbali.com/index.php?lang=es&mod=news&task=view_news&cat=2&id=2720
26/03/2012
Todos somos africanos. Sobre nuestro origen biológico no hay dudas: todos los europeos, al igual que el resto de las poblaciones humanas, derivan de los Homo sapiens que salieron de África hace entre 60.000 y 70.000 años. Pero desde entonce el genoma europeo se fue diferenciando y apenas se volvió a emparentar con el subsahariano más que en episodios puntuales. O eso es lo que se creía hasta ahora.
Un trabajo internacional coordinado por el Instituto de Medicina Legal de la Universidade de Santiago, que ocupará la portada de la revista «Genome Research», la más importante del mundo en su área, reescribe las migraciones poblacionales y ofrece una nueva visión. ¿La conclusión? Los europeos modernos son más africanos de lo que hasta ahora se pensaba. O al menos su huella está más impresa en nuestro genoma de lo previsto.
Un grupo de investigadores de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) ha presentado la primera evidencia genética de flujo de genes entre África y Europa en una época prehistórica, en concreto, hace unos 11.000 años.
La universidad ha explicado en una nota de prensa que el equipo, coordinado por el doctor Antonio Salas Ellacuriaga, ha hecho el mayor análisis de genomas del AND mitocondrial completo pertencientes al haplogrupo L, que se refiere a un conjunto de linajes genéticos de origen subsahariano de África, en Europa hasta la actualidad.
El objetivo de este equipo internacional de investigadores era desentrañar la historia de los vínculos genéticos entre los dos continentes y el resultado ocupa la portada de Genome Research, que está considerada la mejor revista científica internacional genómica.
La USC apunta en la nota que el Imperio Romano, la conquista árabe o el tráfico de esclavos hacen viable la comunicación entre ambos continentes en épocas remotas.
Para seguir la ascendencia de los humanos, los científicos han estudiado la secuencia de AND de la mitocondria, una estructura celular especializada que produce energía para la célula y transporta información genética que está separada del resto del genoma que está en el núcleo.
Este último es una mezcla de genes procedentes del padre y de la madre, pero el primero pasa directamente de la madre al hijo sin contribución del AND del padre. No todo el AND mitocondrial es igual, según explica Salas, y durante largos periodos de tiempo fueron surgiendo pequeños cambios en la secuencia de diferentes poblaciones. Estas modificaciones son usadas por los genetistas como marcadores que indican los movimientos y migraciones de los seres humanos en el pasado.
En la comparación de las secuencias de los genomas de AND mitocondrial de las regiones de Europa con las de todo el mundo se hizo una observación nueva que afecta a cuando los linajes subsaharianos aparecieron en Europa. Salas ha destacado que fue "muy sorprendente" encontrar que más del 35% de los linajes subsaharianos en el continente europeo llegaron en un periodo que se remonta a más de 11.000 años atrás con respecto al Imperio Romano.
CONEXIONES MARÍTIMAS Y GLACIACIÓN
El 65% restante llegó en momentos posteriores, ha apuntado el doctor, que ha indicado que dentro del estudio se ha completado el análisis con el estudio de otras partes del genoma de los individuos europeos, con el objeto de descartar la migración reciente.
El trabajo explica también que el contacto entre Europa y África no se produjo únicamente a través de África del Norte, sino que también se hizo de forma directa a través de las rutas costeras. Salas expone que este flujo entre ambos territorios tiene que ver con la glaciación, que empujó a europeos hacia el sur.
Al estudio contribuyeron, bajo la coordinación de científicos de la USC, estudiosos de las universidades de Perugia y Pavía, en Italia; de la Fundación Sorenson Molecular Genealogy (Salt Lake City, Estados Unidos); de la Universidad de Oxford (Reino Unido) y del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Sevilla. También contó con el apoyo del antiguo Ministerio de Ciencia e Innovación, del proyecto Eurostat y de ministerio italiano de universidad.
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