Por: Nicolás Ramón Contreras Hernández
Con el cadáver aún tibio en Medellín de Fabricia Córdoba, la líder de los desplazados del Urabá, perseguida, desplazada y asesinada por las fuerzas legales e ilegales afines al gobierno, Juan Manuel Santos, el presidente de la República de Colombia, cuya constitución política de 1991 en su artículo 7º, "reconoce la diversidad étnica y cultural de la nación colombiana", dijo refiriéndose a un ataque de las Farc en Iscuandé (Nariño), realizado el día lunes 13, durante una rueda de prensa que registra la agencia EFE el día 14 de junio de este año 2011, lo siguiente:
"[…] Hay dos manos negras", la de la extrema izquierda representada en el terrorismo y la de la extrema derecha en el pesimismo, que buscan afectar la confianza del país […] podríamos pensar que el presidente pecaba de presumido y jactancioso como todo político que se sienta en el sillón presidencial – por ejemplo- su fementido gobierno de la “prosperidad democrática”; pero no, se trata de dos actitudes arraigadas en las élites de toda esta Abiayala – de sur a norte y llamada América después de la venida de Colón - que resuma el más rancio racismo lingüístico, de un colonialismo que nunca se fue y de una actitud consciente por llamar víctima al victimario y a lo azul rojo.
Podríamos incluso pensar que las BACRIM – antes AUC- cambiadas de nombre por los grupos académicos partidarios de su gobierno, ahora se llaman “pesimistas”, y entonces concluiríamos que el pesimismo y no una bala de un grupo ilegal de los herederos de la Oficina de Envigado, cuyo jefe Diego Murillo “Alias” donde Berna, colaboró con la DEA en la cacería de su otrora socio Pablo Escobar- según narra el periodista Antonio Sánchez en Crónicas que Daba Miedo Contar- y de paso se puede afirmar también que las Farc, como opuestos a las "AUC/BACRIM/Pesimismo", son unos "ultra-optimistas", por creer en la vigencia de la lucha armada y alucinar, con el apoyo de las mayorías del pueblo colombiano.
Por tratarse de un país que se jacta de “no racista” y multicultural, siendo el año 2011 dedicado a los y las afrodescendientes según la ONU, es preciso señalar que además de la metida de lengua presidencial, como los asesores de medios presidenciales, ni el liderazgo afrocolombiano burocrático que le apoya su otro disparate del TLC, no se han pronunciado sobre el tema - unos para disculparse y los otros para reclamar- lo cual evidentemente les importa un comino, entonces quiero aprovechar este espacio para analizar el problema de los colores de las pieles y de las manos, en la historia del continente y sobre todo de Colombia, donde por el contrario, el problema siempre ha sido de las “manos blancas” y no de las “manos negras”.
Por ejemplo, no es por culpa de manos negras sino de unas manos blancas como las del presidente y las de su bancada parlamentaria y mayoritaria de la Unidad Nacional, que hoy en la flor de su juventud y a sus 20 años, la Carta política de 1991 homenajeada en tono de velorio por el representante Navas Talero y el Constituyente Lorenzo Muelas Luengas, entre otros, yazca moribunda, gracias al proyecto de “sostenibilidad fiscal”, que sepulta el estado social de derecho e impone el estado económico de derecho (Navas Talero 2011), una estocada que mata además a la tutela y la festejada ley de reparación de víctimas, pues termina condicionando el derecho a reparación, una junta de sostenibilidad compuesta por el procurador y los ministros, cuyo lema será: “tienes el derecho pero no hay plata para resarcirte”(Robledo 2011)…¿Qué color poner a este chiste cruel salido de tan blancas manos?
Expresó Lorenzo Muelas, con un tono de angustia cuando tuvo el uso de la palabra en el casi velorio de la veinteañera constitución del 91, que iba a extenderse porque no tendría otra oportunidad similar, cuando afirmó lo siguiente: “Nuestro error como constituyentes, fue que mientras nosotros nos prohibimos participar de elecciones enseguida, no hicimos lo mismo con los políticos que no querían a la nueva constitución, echamos ese niño recién nacido a las fieras […]”Nosotros los pueblos indígenas no inventamos la cocaína ni la heroína, teníamos la coca que es nuestra planta sagrada, no sabemos a quién beneficia ese negocio, pero ese negocio nos perjudica […] A ninguno de ustedes les echan las bombas por los techos de sus casas, ni les entra plomo por las paredes de los tambos […] No es divertido ir a recoger cadáveres y enterrarlos que muchos de ustedes no se atreverían a contar […]”
Retomando las palabras del sabio constituyente de Guambía, conociendo la realidad de nuestras fuerzas militares, nada alejadas del racismo y de la jerarquización a ultranza, que le es inherente yo me pregunto: ¿Cuántas “manos negras” han lanzado las bombas y asperjado los venenos que no dejarían echar en los aíres, suelos y cultivos de USA, los patrones gringos de nuestros presidentes? Pregunto por el número de manos negras, porque en un país con un racismo vivito y coleando, la aviación colombiana tiene casi ningún piloto afrocolombiano, sino un montón de pilotos “manitas blancas”, que son los encargados de bombardear y fumigar a sus mismos compatriotas, en nombre de la guerra más inmoral, innoble y estúpida de la historia del coloniaje: me refiero a las guerras contra el narcotráfico del Plan Colombia o Plan “Patriota”…Y del Plan Mérida.
Es bueno recordarle al presidente Santos, que uno de sus vecinos de súper estrato - el ex presidente Laureano Gómez - a quien le gustaba por cierto jactarse de su racista blancura y la supremacía de su sangre europea, por lo tanto hombre de manos blancas, fue a quien se le ocurrió impulsar desde el Congreso el bombardeo a El Pato, Marquetalia y las demás repúblicas independientes, que eran núcleos de campesinos liberales que huían de la barbarie de los godos y habían decidido retirarse selva a adentro, a poder vivir sin la zozobra del asesinato…¿Queremos saber qué resultó de esa genial idea? La conversión de las guerrillas liberales en las Farc de hoy, vigentes militarmente, así la propaganda informativa diga otra cosa.
Mientras las manos blancas pensaban que España y Europa eran invencibles, Yanga en Méjico, Felipe en Venezuela, Enriquillo en la República Dominicana, Bayano en Panamá; por Colombia, el Cacique Coyará, Benkos y hasta mujeres también de manos negras como Polonia y Leonor, entre otras, se encargaron de demostrar con creces, que las personas de manos blancas de España y de Europa, no sólo podían ser vencidos sino expulsados al lugar de dónde vinieron, cosa que hicieron con mucha convicción, los ekobios de Haití, quienes comandados por Toussaint Breda – más conocido como - L’Ouverture, se dieron el lujo de derrotar en un mismo plato bélico, a los españoles, los ingleses, franceses y otras heces.
Son esas mismas manos negras, las que ordenaron la entrega de oro, hombres y armas, para financiar las campañas de libertad en la Nueva Granada a Sebastián Francisco de Miranda y a Simón Bolívar, José Prudencio Padilla, Luís Brión y Carlos Manuel Píar, estos tres últimos, de marcados ancestros y rasgos africano-descendientes, fueron a su vez, las manos negras que presionaron contra las independencias de mentiras y a medias como las de Bogotá en 1810 – o el Méjico/Nueva España del bicentenario espurio - y Boyacá 1819, emancipación completada en los mares de la Gran Colombia del lago de Maracaibo en 1824, la verdadera independencia de la Nueva Granada: total antes todo era por el mar y los aviones, apenas eran pinceladas fantasiosas de Leonardo Da Vinci.
¿Pero cuál fue el “agradecimiento” de los manos blancas que festejamos como padres de la patria? Piar el curazoleño y Padilla el guajiro fueron “condecorados”, el primero con un fusilamiento por exigir el cumplimiento de la promesa de libertad, igualdad y fraternidad con la cual muchos de mis ancestros fueron militarmente engatusados. Padilla fue premiado con fusilamiento por negarse a aceptar la suicida orden de Santander y Bolívar para disolver las fuerzas navales de Cartagena de Indias, que venían de escribir sobre aguas venezolanas, la derrota final del imperio español. Brión, el otro curazoleño, se salvó porque murió de muerte natural, de otro de esos agradecimientos que le tocó al guerrero del Alto Magdalena, Leonardo Infante.
Las manos blancas de Santander y Bolívar “le agradecieron al pueblo Haitiano” de muchas maneras: el primero oponiéndose a alianza alguna con el benefactor reciente y haciendo todo lo posible por imponer a USA; Bolívar, no los tuvo en cuenta para la cumbre anfictiónica de Panamá, pues quería hacer alianzas con Gran Bretaña. Son las manos negras de otro guajiro ilustrado, como el Negro Robles, las que se llevan los dirigentes de manos blancas de Antioquia, para que actualice las Ciencias Administrativas y ponga en orden la hacienda pública del estado por aquel entonces (Castillo 2004), llegando al grado de convertirlo en Diputado Permanente del país paisa que logra de él, las condiciones que le permitirán luego salir al mar, a costa de Chocó y Bolívar (Perea-Chalá 20011).
Son hoy las manos negras de la hermosa científica Mabel Torres del Chocó, quienes están detrás de todos los logros y esfuerzos victoriosos de la experimentación comercial con los hongos, quienes a diferencia de las manos albicadas de los Barones de la hoja de Coca, expertos en la maquinaria de guerra, en el caso de la Universidad del Chocó, enseñan que en Colombia hay gente de paz y ciencia. Por cierto, todo apunta a que son bien blancas las manos de “Los Doce Apóstoles”, que no son los de Jesucristo, pero sí en la Colombia Andina, una maquinaria eficiente para matar y expropiar.
Entonces señor presidente Santos, por ser usted el presidente de todos los colombianos y colombianas, con todas sus colores de manos y de piel, por estar gobernando un país que suscribió el pacto internacional de Durban contra toda forma de racismo, no le queda para nada bien andar con esas manifestaciones de racismo lingüístico, ni mucho menos andar enmascarando la verdad que la mayoría del pueblo colombiano sabe. Ya es tiempo de poner a prosperar ese lenguaje, eliminando de él tan racista vocabulario.
Más bien trate de salir de una serie de asesores, asesoras y ministros de bien blancas manos, enlodados en el escándalo de los comerciantes del negociado de la salud, cuyo tufo y cultura de la viveza, hieren el olfato de nuestra dignidad política, a través del Cartel de la salud que denunciaran las manos pulquérrimamente blancas del senador Jorge Enrique Robledo, tan pulcras que se parecen a las manos negras de Padilla, Benkos Biojó y el Cacique Coyará, manos que si estuvieran vivas, le hubieren revirado por no tumbar ese colonialista pacto de inmunidad con traje de impunidad diplomático, a los USA marines y USA mercenarios/contratistas con licencia para matar y violar colombianas, traficar con drogas y nunca ser juzgados en Colombia, a pesar de ese tratado unilateral de extradición, hediondo a coloniaje.
Nicolás Ramón Contreras Hernández
CC.92.226.628 de Tolú- Sucre. Ciudadano afroabiayalense de la Región Caribe en la República de Colombia. RED INDEPENDENTISTA DEL CARIBE- OBSERVATORIO INEPENDIENTE DE MEDIOS PD. La noticia apareció en el portal Hotmail/ MSN y en El Mundo.com en [http://www.elmundo.com/portal/noticias/nacional/santos_tilda_de_cobardes_a_las_farc_por_ataques_en_los_que_mueren_ninios.php]
Me disculpo compañero por no pronunciarme al respecto.
ResponderEliminarPero le quiero decir que en el valle del cauca si hay burócratas al lado de los dirigentes de turno que no le importa un comino y como usted da su apreciación le cuento que unos consultivos interpusieron una denuncia en la procuraduría nacional de la nación contra el Gobernador del valle del cauca por racismo exclusión política y omisiones abuso de poder omisiones al cuidado de la salud y preservación de la cultura que es un derecho fundamental de un ciudadano colombiano.
y como es el candidato del vice presidente no lo tocaron dicen que no es procedente para investigarlo como la ve averigüen como las autoridades no le importa juzgar en derecho pero hay abogados Afro Colombianos que retomaran este caso.
Para adelante compañero.
Miren que esta pasando con la justicia colombiana condenan a los lideres negros y los persiguen y los del partido de la U con los que se arrodillan de otros partidos si son mal dicho blancos no importan que los mencione como narco guerrilleros, paramilitares y demás formas que utilizan en contra de nuestros lideres.
ResponderEliminarLa corte internacional de derechos humanos debe de iniciar una investigación y revisión de los casos de varios lideres negros acusados y condenados no en derecho.
La condena es política por persecución.