sábado, 23 de abril de 2011

HIJOS DE ÁFRICA (VENEZUELA)

Desde Venezuela me enviaron un correo en respuesta a un artículo de Juan Veroes que en realidad era la respuesta a este escrito de Beatriz Aiffil; buscados en internet comienzo a reproducir la cadena desde el primer eslabón, contribuyendo a una discusión internacional desde las particularidades de la realidad venezolana.
Luis Daniel Mackandal


Fuente: http://legadoafro.bligoo.com/content/view/1282183/Venezuela-Beatriz-Aiffil-Hijos-de-Africa.html

Por: Beatriz Aiffil

Me viene a la mente un programa radial producido por el Centro de Educación Popular, de Ecuador. Uno de sus capítulos nos ubica en la Lima del año mil seiscientos y tanto. Con preámbulo de sonoros latigazos una voz intitula: “El negro azota al negro”. Tres esclavos africanos recorren las calles de Lima con las manos atadas y una cuerda al cuello. Los verdugos, negros también, caminan detrás. Cada pocos pasos un latigazo hasta sumar cien y cuando caen los azotes son de regalo…

De dicha audición se genera una interesantísima discusión sobre las razones que determinaron la diferenciación entre negros para esa época. Pudiésemos proponer otro titulado “El negro caza al negro” y a lo mejor entendemos algunas situaciones que suceden en el África y en el mundo económico actual.

En el siglo XXI, cuando el mundo exige reparación para África (e Indoamérica), asombrosamente algunos compañeros pretenden hacer pagar a África por contribuir con la Trata Negrera. Así como lo oyen. Niegan su africanidad y declaran a África continente enemigo.

Estamos de acuerdo en que hubo dirigentes africanos que, por las razones que fuere, se prestaron para el negocio secuestrando y vendiendo a sus coterráneos. De allí a convertir a África en culpable del holocausto negro, caramba, perdónenme pero no le encuentro sustentación y menos cuando la tarea que estos tiempos demandan es identificar, organizar, integrar, concienciar a la diáspora africana.

Negar a África. Muchos hermanos movidos por razones como la vergüenza étnica niegan su ascendencia africana. Este mecanismo es imposible de aplicar teniendo este color, pelo chicha, nariz chata, una bemba como ésta y en algunos casos, hasta dificultades para manejar correctamente el idioma castellano, que no es nuestra lengua originaria. Pero ese caso tiene solución en la implementación de medidas de acción afirmativa que nos permitan sentir orgullo de ser negros y negras, reafirmarnos como afrodescendientes sin poner en duda nuestra venezolanidad.

Culpar a África. Sí, resulta que también se da el fenómeno de hermanos que se han atrevido a pedir castigo para África por el comercio esclavista lo cual consideramos señal de poco entendimiento. Particularmente me declaro incompetente para resolver este caso porque si la victimización de África no procede, menos que menos su criminalización.

Ese es un caso para el hombre que tiene la CH en el pecho, ese que llaman el Chapulín Colorado… ¿En quién pensaban?

ifillb@hotmail.com

Publicado Originalmente en Correo del Orinoco el dom 16 ene 2011.

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